jueves, 6 de febrero de 2014

Promesas


Ninguna vida, ningún instante de ninguna vida, podría mantener las promesas con las que hacía latir mi crédulo corazón.

Simone de Beauvoir


Autor imagen: Charles Wysocki

6 comentarios:

  1. Cuando se trata del corazón la misma piedra que nos hace tropezar volverá a cruzarse en nuestro camino, el corazón se puede volver arisco hasta que llega alguien que nos hace creer otra vez.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sí, Amy, puede suceder como dices, y de hecho pasa muchas veces.

      Un beso muy grande.

      Eliminar
  2. Bueno ese párrafo de Beauvoir, mejor esa imagen de un anaqueles mágicos e infestados de gatos durmientes...

    Besos!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. A mí también me gusta mucho la imagen de los gatos :)

      Montón de besos, José

      Eliminar
  3. Ese musculo tonto que no escucha y acaba arañado como gato tras una pelea.
    Abrazos.

    ResponderEliminar